Han pasado los primeros quince días del año y muchas personas iniciaron una de las costumbres más populares: los propósitos de año nuevo.
Pero ¿a qué se debe que año con año se hagan propósitos (y que éstos generalmente sean los mismos) ?, ¿es por tradición o por qué realmente se plantean realizar un cambio en su vida?, y lo más importante ¿por qué éstos no se cumplen?
Se estima que del total de la población que hace un propósito, únicamente el 10% logra cumplirlo.
Algunas causas por las que la gente no cumple con sus propósitos son:
- Motivación. Ésta juega un papel importante en el cumplimiento de cualquier actividad; en el caso de los propósitos, la motivación es efímera y disminuye con el paso de los meses hasta que a mitad del año ha desaparecido casi en su totalidad.
- Organización. El incumplimiento de propósitos también está relacionado con que implica agregar actividades, compromisos o responsabilidades que no son parte de su rutina habitual; esto los abruma, satura y les genera estrés hasta provocar su abandono.
- Enfoque en el resultado, no en el proceso. Pocas personas generan un plan de acción y únicamente quieren el resultado “como por arte de magia”.
Un consejo para revertir esta situación es visualizar que los propósitos son ante todo un cambio y la implementación de un nuevo hábito, un nuevo estilo de vida. De esta forma el cambio será permanente y ya no será necesario plantear los mismos propósitos año con año.
En GWP te recomendamos, además, las siguientes acciones:
- Divide el objetivo en pequeñas actividades fáciles de cumplir. Por ejemplo, si no realizas ejercicio habitualmente, inicia caminando 15 minutos al día antes de inscribirte a un gimnasio; esta acción te servirá de base para retos mayores. Recuerda: si haces una pequeña actividad diaria, al mes habrás realizado 30 actividades que te acercarán a tu objetivo.
- Lleva un registro de tus logros y márcalos en el calendario; esto te ayudará a visualizar como cada día tu registro se llena de acciones positivas que te motivarán a continuar. Un logro por pequeño que sea sigue siendo un logro.
- Aprende a recompensarte. Las recompensas deben ser similares al logro alcanzado; si tu logro fue hacer ejercicio un mes continuo, la recompensa puede ser un buen descanso, un paseo o comprarte un accesorio que te ayude con tu rutina física.
- Sé consciente de que al alcanzar tu meta has adoptado un nuevo estilo de vida. Esto te ayudará a comprender que el camino no ha acabado, sino que deberás sostenerlo.
Deseamos que tú seas del 10% de la población que cumple sus propósitos. Acércate con nosotros para recibir asesoría y apoyo.
¡Éxito!